Se trata de un operativo inédito, gracias al cual fue posible detectar el mercado ilegal de los elementos decomisados. La investigación se encuentra en plena ejecución y de la misma se podrían desprender nuevas medidas.
La tarea de la unidad especial comenzó hace varias semanas, cuando identificó a varias personas que estaban involucradas en un hecho de abigeato, ocurrido en inmediaciones de una estancia privada, en la ruta provincial 80.
El análisis de la documentación exhibida por los infractores dio lugar al inicio de la pesquisa, que este fin de semana concluyó con cuatro allanamientos en domicilios de Bariloche, en los que se secuestró material probatorio contundente.
Los uniformados de la Brigada Rural procedieron al secuestro de 32 cabezas de ciervo con sus respetivas astas, algunas de las cuales estaban dispuestas para ser comercializadas.
Durante la diligencia fue posible detectar documentación adulterada, que era exhibida en los operativos dispuestos por las autoridades competentes. Los involucrados falsificaron permisos de caza, emitidos supuestamente por propietarios de distintas estancias y campos de la región para poder capturar ejemplares en el interior de las mismas.
Los sospechosos fueron sorprendidos, anteriormente, en distintos operativos, lo que demuestra que ejercían dicha actividad ilegal desde hace tiempo.
Los elementos secuestrados tienen un elevado valor en el mercado, ya que cada cabeza de ciervo con sus respectivas astas oscila entre los $200 y los $ 400 mil.