Todo comenzó cerca de las tres de la mañana, cuando un operador del centro de monitoreo detectó a un sujeto vestido de oscuro manipulando un auto estacionado en las escaleras del complejo. En cuestión de segundos, la información fue transmitida a la Comisaría 30°, que coordinó el despliegue de los móviles hacia la zona. Desde el 911 RN Emergencias, el operador fue guiando a los patrulleros en tiempo real, marcando cada movimiento del sospechoso.
La persecución se extendió por algunos metros, hasta que el hombre se perdió entre los pasillos del barrio. Sin embargo, la persistencia y organización del personal permitió ubicarlo minutos después y proceder a su detención.
En el mismo operativo se incautaron los elementos robados: un criquet, rulemanes y herramientas varias, que el sospechoso había intentado ocultar entre los arbustos.
Mientras tanto, la víctima fue asistida por efectivos de la unidad, quienes la acompañaron en la denuncia y resguardaron sus pertenencias. El Gabinete Criminalística fue convocado para documentar el procedimiento y preservar las pruebas, mientras personal médico examinó al detenido, que quedó a disposición de la fiscalía.
El procedimiento reflejó la eficacia del trabajo conjunto entre el Sistema de Prevención del Delito y las unidades de calle, una coordinación que permitió una respuesta inmediata ante un hecho flagrante. Gracias a esa articulación, se logró no solo la detención del responsable, sino también la recuperación total de los bienes sustraídos, reafirmando el compromiso de la Policía de Río Negro con la seguridad y la tranquilidad de los vecinos.