La situación fue detectada en la calle 9 de Julio, entre Posadas y Buenos Aires.
Hasta allí asistió personal de la empresa estatal tras tomar conocimiento de que estaba inundada la calle y se detectó que la arteria se encontraba cubierta de agua en descomposición impulsada por un equipo de bombeo que se encontraba desagotando el pluvial que almacena agua de lluvia.
El líquido se extendía por la calle cubriendo casi mil metros de asfalto y las dársenas de colectivos del sector.
Desde Aguas Rionegrinas se informa que en ese sector no se presenta ninguna rotura y que el olor nauseabundo del agua es por tratarse de agua en mal estado extraída de dicho pluvial.
La firma estatal lamenta no haber sido convocada a colaborar procediendo a la desinfección de la zona con cloro, algo que se realiza en el marco de los protocolos habituales y hubiera sido lo adecuado para el caso.